7 consejos para el uso del aire acondicionado para mantenerse fresco en el verano

El aire acondicionado puede ser una salvación en el verano. Pero usarlo al máximo también puede incrementar su factura si no actúa con precaución.

Consejo n.° 1: Limpie la unidad del aire acondicionado (y los componentes de apoyo).

Si la unidad del aire acondicionado está sucia, puede limitar gravemente la eficiencia de su sistema. Si las rejillas de ventilación y los filtros están sucios, los elementos de ventilación y refrigeración no funcionarán con fluidez a través del sistema, lo que significa que su aire acondicionado debe consumir más electricidad para enfriar el aire. Independientemente de que tenga una unidad de ventana o un aire acondicionado central, asegúrese de limpiar los elementos para exteriores a fin de garantizar que estén libres de suciedad y residuos. Además, asegúrese de que las rejillas de ventilación de toda su casa estén libres de polvo y no estén bloqueadas por muebles o protecciones de ventanas. En general, si mantiene su casa libre de polvo y suciedad no solo hará que el sistema funcione con mayor eficiencia sino que además la calidad del aire será mejor.

Consejo n.° 2: Aumente la temperatura del termostato.

Al ajustar el termostato en una temperatura más alta, su casa permanecerá a una temperatura más uniforme y disminuirá la cantidad de veces que la unidad de aire acondicionado tiene que arrancar durante el día. Cualquier ajuste de 2° a 8° puede tener un enorme efecto en el consumo de energía y sus costos. Si tiene un termostato programable pero no sabe cómo usarlo, tómese el tiempo para descubrirlo. Si ajusta su termostato la casa se mantendrá fresca de manera más rentable al enfriarla cuando usted y su familia estén en casa y al permitir que la temperatura sea mayor cuando todos estén en la escuela o el trabajo.

Consejo n.° 3: Mantenga las luces, las lámparas y los aparatos electrónicos alejados del termostato.

Tanto las luces como las lámparas y los artefactos electrónicos generan calor, lo cual puede hacer que su termostato se encienda más de lo necesario. Mover los dispositivos que generan calor para alejarlos del termostato permitirá que este detecte la temperatura de su casa con mayor precisión y se reduzca la cantidad de veces que arranca el aire acondicionado. Además, reducirá la cantidad de tiempo que permanece encendido el aire acondicionado.

Consejo n.° 4: Evite usar la secadora o el horno.

Evite usar dispositivos domésticos de gran tamaño que calientan su casa como una secadora y un horno. En cambio, elija opciones que hagan un consumo más eficiente de energía como tender la ropa para que se seque o cocinar a la parrilla al aire libre. Si necesita imperiosamente usar estos dispositivos intente hacerlo durante las horas más frescas del día para mitigar el efecto del calor adicional que generan.

Consejo n.° 5: Mantenga cerradas las persianas y las cortinas.

¿Sabe que los automóviles se sobrecalientan los días de sol? Las casas funcionan de la misma manera. Las ventanas pueden generar un ambiente similar a un sauna que aumenta la temperatura de su vivienda. Para ayudar a que se disipe el calor, asegúrese de que las persianas o las cortinas estén cerradas antes de salir durante el día.

Consejo n.° 6: Use sus ventiladores.

Este consejo es sencillo pero eficaz. Si bien los ventiladores no reducen la temperatura de su hogar, pueden darle sensación de frescura al hacer que circule aire. En lugar de encender de inmediato el aire acondicionado cuando su casa esté demasiado caliente, considere en cambio bajar el aire acondicionado uno o dos grados y sentarse en una habitación con un ventilador mientras se enfría gradualmente la casa. Esto también evitará que se generen temperaturas extremas en su hogar, lo que puede ser costoso e incómodo.

Consejo n.° 7: Asegúrese de que su ático esté adecuadamente ventilado.

La mayoría de los techos están hechos de material oscuro que atrae la luz solar. Esto puede ser excelente en el invierno pero si su ático no está bien ventilado, puede terminar aumentando la temperatura de su casa. Lo ideal es que los áticos estén ventilados para permitir que escape el calor. ¿No está seguro de que su ático esté bien ventilado? Intente tocar el cielorraso un día de calor. Si en el ático hay excesivo calor atrapado, se sentirá caliente al tacto. Si bien para ventilar el ático se requiere más trabajo que para cambiar el termostato, puede ahorrarle dinero a largo plazo (y un consejo, puede ventilar el ático usted mismo si contratar a un profesional es demasiado costoso).

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