Para quienes esperan ahorrar dinero este verano, uno de los lugares más fáciles para comenzar su ahorro es con su unidad de aire acondicionado. ¿Sabía usted que hasta un 70% de la electricidad consumida en verano puede relacionarse con el uso del aire acondicionado? ¡Esto es algo que se puede prevenir fácilmente si usted sabe cómo controlar su factura de electricidad! Para ayudarlo a hacer justamente eso, esperamos que estas sugerencias le permitan a usted y su familia ahorrar a lo grande este verano!
He aquí 15 maneras de refrigerar su habitación
1. Control de la temperatura
Pues bien, esto puede sonar más alto de lo que espera, pero 78 grados es la temperatura más recomendada para configurar un termostato doméstico en el verano.
Durante los meses más frescos, esta temperatura podrá bajarse para asegurarse de que no esté sobrecalentando su casa. Configurar una temperatura un poco más cálida cuando afuera hace calor y una temperatura un poco más fría durante el otoño y el invierno hará que usted comience a reducir su consumo de electricidad y podrá sentirse confortable mientras ahorra energía y dinero. Tenga en cuenta esto para el día, especialmente cuando no hay nadie en la casa. Si siente que la temperatura a la noche está demasiado cálida o fría para su gusto, puede hacer un ajuste de solo unos grados para cerciorarse de tener las mejores condiciones para dormir. ¡O bien puede agregar un ventilador en su dormitorio!
2. Mantenga su habitación sombría
Poner su aire acondicionado a la sombra puede jugar un papel importante para ayudar a mantener fresco su hogar. Lo que esto hace es resguardar el sistema del aire caliente que lo rodea, lo que a su vez reduce el trabajo que la unidad de aire acondicionado tiene que realizar para hacer circular aire frío desde el exterior hacia el interior de su casa. En realidad, está táctica puede mejorar la eficiencia general de su aire acondicionado en hasta un 10%. Llevar esta pequeña modificación a todo su hogar y proporcionarle una cobertura adicional puede ofrecer algunos beneficios sorprendentes, que totalizan cien o doscientos dólares cada año. Si es posible, coloque sus unidades de aire acondicionado exteriores en áreas sombreadas alrededor de su casa. Esto ayudará a que la unidad funcione más eficientemente.
3. ¡Deje abierto!
Contrariamente a la creencia popular, cerrar las ventilaciones del aire acondicionado en las habitaciones que no se usan puede ser peor que mejor. Las ventilaciones cerradas del aire acondicionado reducen la cantidad de rutas por las que el aire circula, pero la presión que se utiliza para que el aire circule por toda la casa se mantiene, ya que las rutas que el aire debe tomar están limitadas. Por lo general, este medida puede atribuirse a fugas en los conductos, ya sea que eso implique aumentar el diámetro de los conductos viejos o colocar unos totalmente nuevos. Este tipo de daño tendrá que ser reparado, lo que le significará un gasto en lugar de un ahorro como lo había planificado. Evítese el dolor de cabeza de tener que reparar conductos y mantenga las ventilaciones abiertas.
4. Compruebe si hay fugas
Al igual que la sugerencia número 3, una manera de asegurarse de que su habitación se refrigere es contratando a un experto para que compruebe si hay fugas en los conductos de aire acondicionado. La excesiva presión provocada por ventilaciones selladas, junto con el paso del tiempo, son los principales responsables de las fugas.
Esos conductos que tienen más de diez años de antigüedad deben revisarse anualmente. Sellar las fugas no sólo le permitirá mejorar su confort en el hogar, sino que también será más seguro, el consumo de electricidad será más eficiente y no tendrá que pagar tanto dinero cada mes. Para aquellas personas que deciden inspeccionar por sí mismas los conductos, cuando vayan a sellar las fugas no usen cinta, ya que se requieren soluciones de larga duración que puedan resistir la presión.
5. Cierre sus persianas
Las persianas, cortinas y otros revestimientos de ventanas tienen la función de ser más que un atractivo estético, ya que pueden bloquear algo del calor que entra en nuestros hogares.
Especialmente en los meses más cálidos durante el día, una manera de refrigerar las habitaciones de su casa es cubriendo las ventanas. La eficacia de sus persianas se puede aumentar si las compra de un color claro que refleje la luz del sol. En el caso en que sus cortinas sean un poco más oscuras, el reverso de color claro le ayudará a reducir el calor que ellas pueden dejar entrar en la casa. También puede dar sombra a sus ventanas desde el exterior para disminuir aún más el calor que puede entrar en su casa.
6. Use ventiladores en su habitación
Los ventiladores son una forma rentable de refrigerar las casas sin usar el aire acondicionado, pero hay algunas cosas que hay que tener en cuenta mientras están funcionando.
Si bien se siente como si los ventiladores tuvieran la capacidad de disminuir la temperatura dentro de nuestras habitaciones, en realidad sólo están haciendo circular el aire.
De esta manera, son capaces de refrigerar las habitaciones donde se encuentran y no gastan una cantidad considerable de electricidad. Igualmente, es importante tener en cuenta que cuando utilice un ventilador para refrigerar su casa, lo mejor es que gire en sentido contrario a las agujas del reloj. Esto hará que se cree un flujo de aire hacia abajo para optimizar las ráfagas frescas.
7. Cambie sus bombillas
Una variable oculta que con bastante frecuencia contribuye al calor que sentimos en nuestros hogares son las luces. Las bombillas iluminan nuestros espacios, pero también pueden convertir una parte considerable de electricidad en calor. Este es el caso de las bombillas menos eficientes, es decir, las incandescentes, que terminan emitiendo el noventa por ciento de su electricidad en calor. Para ahorrar energía y mantener sus habitaciones frescas, empiece por cambiar a bombillas más eficientes como las lámparas fluorescentes compactas y LED. Además, estas bombillas durarán mucho más que las menos eficientes, lo que le garantiza pocas complicaciones a la larga. A medida que sus luces comiencen a gastarse, simplemente reemplácelas por bombillas eficientes hasta que paulatinamente haya retirado todas sus bombillas incandescentes.
8. Cocine afuera
Al igual que con las bombillas, el horno es un aparato que puede contribuir a la propagación del calor que se produce dentro de los hogares. Si está buscando refrigerar sus habitaciones, minimice el uso de su cocina. Una manera fácil de hacer esto es cocinando afuera. Asar a la parrilla evita que el calor entre en su casa y tiene el beneficio adicional de darle a los alimentos un sabor notablemente diferente. Si está más frío afuera o prefiere quedarse adentro para preparar su comida, use el horno tostador o el microondas. Ambos aparatos consumen menos energía que el horno y podrán preparar sus alimentos más rápidamente sin crear calor no deseado dentro de su hogar.
9. Refresque sus puntos de pulsación
En lugar de recurrir a la manipulación de su ambiente para refrigerarlo, a veces lo único que se necesita es un simple ajuste en su cuerpo para combatir el calor. Cuando se trata de refrescarse, colocarse un paño o una toallita húmeda fría alrededor de las muñecas o del cuello puede ayudarlo a bajar su temperatura corporal. Esto ocurre porque partes de nuestro cuerpo como el cuello y las muñecas son puntos de pulsación por los que la sangre circula cerca de la superficie de la piel. Cuando se aplica agua fría sobre estos puntos, también se puede enfriar la sangre y el cuerpo, y así podemos superar la sensación del calor incómodo.
10. Permanecer en pisos inferiores
Como muchos de nosotros sabemos desde la infancia, algo importante para recordar acerca del calor es que sube. A medida que nuestras casas se calientan durante el día, ese calor no solo se esparce por todas nuestras habitaciones, sino que también sube a los pisos más altos. Como consecuencia, aquellas personas que tienen una oficina en un piso de arriba o quienes pasan muchas horas en habitaciones ubicadas en pisos superiores, sentir los efectos del calor puede ser mucho más común. El simple hecho de retirarse a los pisos más bajos de su hogar, aunque sea por poco tiempo, debería permitir que se sienta más cómodo con la temperatura de sus habitaciones.
11. Evite acurrucarse
Mirar una película o un maratón de programas abrazado o hacerlo en la cama mientras se queda dormido es un hábito común de las familias y los seres queridos. Y aunque esto pueda parecer bastante inocente, si el objetivo es refrigerar una habitación, entonces deberá evitarlo. Al estar cerca de otros, nuestros cuerpos intercambian calor corporal, lo que posteriormente hará que todo se caliente más. Aunque su intención sea buena, mantenga un poco de distancia mientras está con otras personas para evitar un aumento no deseado de temperatura en la habitación. Sin embargo, durante el invierno, acurrucarse es una de las maneras más fáciles de aumentar la temperatura corporal.
12. Use el congelador
Si bien el congelador es el aparato encargado de mantener fríos nuestros productos alimenticios, también se puede utilizar para refrigerar un poco más una habitación. Esta sugerencia se refiere específicamente al dormitorio, ya que el calor que a menudo llega a los pisos más altos de la casa puede crear un ambiente incómodo y afectar nuestra capacidad para conciliar el sueño. En lugar de pagar por el uso de tecnología para refrigerar una habitación y bajar la temperatura, considere aprovechar la electricidad que ya está consumiendo y coloque sus sábanas en el congelador justo antes de acostarse. La temperatura de la habitación y la de su cuerpo disminuirá gradualmente el frío que siente inicialmente, pero podrá enfriar las cosas lo suficiente mientras esté despierto. Asegúrese de envolver sus sábanas antes de ponerlas dentro de su congelador para mantenerlas limpias y con buen aroma.
13. Vístase con menos ropa
En lugar de buscar un aparato que pueda ayudar a refrigerar una habitación, considere reducir el consumo de energía y, en su lugar, haga un simple cambio en su atuendo. Vestirse con ropa más holgada, además de pantalones cortos y mangas cortas es una manera fácil de refrescarse y a la vez de usar un poco más sus prendas. Incluso puede usar algunas de sus prendas más viejas pero más livianas como ropa de “entrecasa”. Esta es una estrategia que no se limita simplemente a lo que usa durante el día. También a la noche, optar por pijamas más respirables es una manera de sentirse mejor. Usarlos con un ventilador o una ventana abierta asegurará un sueño tranquilo y reparador.
14. Ducha fría
Algunas veces, con solo exponer su cuerpo a una fuente de frío refrescante es suficiente para combatir el calor en un lugar. Si bien refrescar los puntos de pulsación ayuda, puede ir un poco más allá y tomar una ducha fría. No tiene que ser por un lapso largo de tiempo, sino solo lo suficiente como para refrescarse y aliviarse. Puede programarla para que coincida con su horario típico de ducha o si la temperatura es demasiado alta, simplemente tómela como una ducha extra. Antes de bajar la temperatura de la ducha a cero grado, sin embargo, usted querrá empezar con el agua a una temperatura soportable y luego lentamente podrá ir bajándola hasta condiciones más frías.
15. Sábanas de algodón
La mayoría de las personas son conscientes de que para que la cama esté más fresca, quitar algunas de las mantas o el edredón es la mejor manera de lograrlo. Limitar sus edredones sin duda le asegurará una noche más fresca, pero hay otra manera de reducir el calor en la cama. Cambie a sábanas de algodón de colores claros para que su colchón le garantice poder dormir más fresco. El algodón es un material que tiene mayor transpirabilidad que otros y también es mejor cuando se trata de la ventilación dentro de su espacio. Especialmente en las noches más calurosas, si usted tiene un juego de sábanas de algodón y no las está usando para cubrir su colchón, haga el cambio.
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