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14 formas de ahorrar energía en la escuela

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"¿Cómo ahorrar energía en la escuela?" es una pregunta simple con una respuesta compleja. La mayoría de las escuelas usa una gran cantidad de electricidad para garantizar que la instalación esté segura, protegida, cómoda y sea propensa al aprendizaje de los alumnos. Todo desde la iluminación hasta los controles de temperatura suma gastos eléctricos vinculados al funcionamiento de una escuela. Los docentes pueden implementar esfuerzos para ahorrar energía en la escuela como una opción de trabajo con los alumnos. Los niños en clase pueden ayudar a proponer ideas innovadoras para ahorrar electricidad en la escuela. Involucrar a los niños en los procesos para el ahorro de energía a una temprana edad alienta la responsabilidad y da inicio a una vida de conciencia ambiental. Un nuevo año escolar suele aportar mucho entusiasmo y energía mientras los docentes y alumnos se preparan para el año por delante. Procure que sea el año más apasionante y eficiente energéticamente al incorporar estos 14 consejos en el aula.

Aquí se mencionan 14 cosas que puede hacer para ahorrar energía en la escuela

1. Aprovechar la luz solar natural

Las escuelas que están por construirse o aquellas sujetas a reparaciones o remodelaciones pueden incluir características de diseño que maximicen el uso de la luz natural. Incorporar persianas u otros accesorios para las ventanas en las aulas puede permitir a los docentes reducir el reflejo al cambiar la luz eléctrica por la luz solar natural.

Incluso puede pensar en incluir claraboyas. Incorporar claraboyas en los pasillos, baños y otras áreas comunes puede reducir la necesidad de iluminación artificial. Pueden permitir el ingreso de luz filtrada desde arriba, aprovechando las áreas de fuerte exposición solar para reducir el consumo de energía en general.

La luz solar natural creará un entorno de aprendizaje más relajado en comparación con las luces aéreas discordantes que normalmente están en las aulas. Los estudios ha demostrado también que la luz natural fomenta mayor concentración y estado de alerta en las personas, y mejora su estado de ánimo. Además, mantener las luces apagadas hará que el salón esté más fresco durante el calor de septiembre.

2. Cambiar a LED o CFL

Uno de los mejores consejos sobre cómo ahorrar electricidad en la escuela es una práctica que probablemente ya use en el hogar. Reemplace todas las bombillas incandescentes y luces fluorescentes estándar por opciones más eficientes. Las luces estarán encendidas durante todo el día de escuela, y contribuirán a uno de los gastos más significativos vinculados a la energía de una escuela. Las luces estándar también producen demasiado calor, lo que aumenta también los costos de refrigeración.

Las luces fluorescentes compactas, o CFL, pueden funcionar en tomas fluorescentes o incluso en tomas con base de tornillo estándar. Las CFL duran más tiempo que las bombillas incandescentes estándar y tienen un costo de una fracción del precio. No obstante, dado que contienen mercurio en su interior, dan lugar a otros problemas en caso de que alguien rompa alguna. También se queman rápidamente cuando se las enciende y apaga con frecuencia.

Las bombillas LED modernas pueden ofrecer una opción eficaz para iluminar a una fracción del costo de electricidad. Los avances modernos en los diodos usados en estas bombillas permiten una producción de bombillas de luz más asequible, lo que las hace más rentables en el momento de la compra. Como ventaja adicional, algunas opciones le permiten controlar el color de la luz y cambiarlo cuando así lo desee.

3. Invertir en regletas de bajo consumo

Mantenga las computadoras y otros dispositivos del aula enchufados en regletas como ayuda para mitigar su consumo de energía en espera. Esto no solo ayudará a ahorrar energía día a día, sino que también le permitirá desenchufar más fácil todos los dispositivos durante largos descansos en las vacaciones.

4. Cambiar televisores a pantallas planas y de LCD

Las bombillas de luz no son el único accesorio que puede ayudarlo a reducir el consumo de energía en la escuea. Otra cuestión para tener en cuenta al aprender
cómo ahorrar energía en la escuela
es la energía consumida por pantallas de televisión y monitores de computadoras. Las escuelas dependen de las pantallas como materiales educativos de escritura y visualización. Los televisores más grandes y antiguos consumen considerablemente más electricidad que las pantallas modernas más pequeñas.

Las unidades de CRT consumen la mayor cantidad de energía de los estilos de pantalla populares, mientras que las pantallas LCD consumen menos energía; con frecuencia menos de la mitad o un tercio de la cantidad de una pantalla de CRT de tamaño similar. Una pantalla LED puede consumir incluso menos que eso. Las pantallas de plasma son la única opción más nueva que puede ser menos eficiente. La mayoría de las opciones de pantalla plana ayudarán a su escuela a ahorrar dinero.

5. Invertir en mejores opciones de refrigeración

Usar un aire acondicionado industrial para mantener fresca la escuela puede tener un costo elevado. Se requiere una gran cantidad de electricidad para compensar el costo de eliminar el calor producido por la maquinaria y por cientos de cuerpos humanos durante la temporada de calor. Actualizar a una opción de refrigeración más eficiente puede ser una buena decisión. Esa puede ser una forma de reducir el consumo de electricidad de la escuela que puede amortizarse por sí sola.

Más allá del aire acondicionado, limitar las opciones de refrigeración que requieren mucho consumo de energía siempre es una decisión inteligente. Mantenga o repare las ventanas de modo que puedan abrirse para proporcionar ventilación. Invierta en ventiladores de techo o de ventana para procurar la circulación de aire en las aulas los días en los que el calor es mayor, pero no abrumador.

6. Fomentar el reciclado entre los alumnos

La mayoría de los alumnos sabe qué se puede reciclar y qué no, pero no siempre actúan en base a ese conocimiento. Aliente a los niños a contribuir creando un sistema puntual para recicladores, o asigne proyectos de crédito adicionales centrados en reciclar y el impacto ambiental.

7. Usar sensores para encender o apagar las luces de una habitación

Hay muchos espacios en una escuela, como baños, que solo se usan ocasionalmente. No obstante, para la seguridad de los alumnos, muchas escuelas dejan las luces encendidas en estas habitaciones durante todo el horario escolar. Si se pregunta cómo ahorrar electricidad en la escuela, posiblemente necesite invertir en sensores de movimiento.

Estas unidades económicas pueden encender y apagar las luces en espacios que no usa demasiado. Activarán la iluminación cuando alguien ingrese y apagarán las luces automáticamente cuando no haya movimiento por algún tiempo, que indica que la habitación ahora está vacía.

Actualizar a accesorios y sistemas más eficientes es solo una parte de cómo ahorrar electricidad en la escuela. El personal, los docentes, administradores y alumnos pueden cambiar y ajustar sus prácticas cotidianas un poco para reducir el consumo de energía. Pequeños cambios en el tiempo pueden sumar a lograr grandes ahorros para el presupuesto de la escuela y el planeta.

8. Pensar en mejorar la cocina

Cuando se trata de cómo ahorrar energía en la escuela, mejorar la cocina de la cafetería prácticamente siempre es una excelente idea. Los hornos y microondas más viejos, así como los refrigeradores y congeladores, consumen una mayor electricidad durante el funcionamiento que los modelos más nuevos de bajo consumo. Los hornos de convección y las freidores con aire, por ejemplo, pueden cocinar alimentos más sanos en comparación con las opciones fritas y, al mismo tiempo, consumir menos energía.

A pesar de solo usarse durante una parte del día, la cocina de la cafetería puede ser una fuente importante de consumo de energía. Invertir en mejores electrodomésticos, luces eficientes e incluso temporizadores para la iluminación puede ayudar a reducir los costos generales de proporcionar comidas a los alumnos.

9. Dictar clases en el parque

Escape de las restricciones del aula y dicte clases al aire libre. Los edificios escolares más antiguos a veces son más calurosos en el interior que la temperatura exterior durante los días de calor. Evite que los niños se marchiten en la calidez creando un aula al aire libre atractiva con pizarrones para borrar en seco y tableros de papel.

10. Mantener cerradas las puertas a diferentes áreas

Mantener las puertas cerradas a otros espacios durante el horario escolar es una buena práctica. Antes que nada, las puertas cerradas y bloqueadas ofrecen más seguridad. Pueden marcar toda la diferencia ante una situación que ponga en peligro a los alumnos, como un ataque de un tirador activo. Las puertas cerradas también limitan la pérdida térmica a salones no usados e incluso los pasillos entre las aulas.

Cuando está pagando por refrigerar las aulas, es bueno mantener ese aire frío en el lugar en el que estudian realmente los alumnos, no en los pasillos vacíos. Mantener cada habitación cerrada, incluso aquellas en uso y aquellas que no se usan, puede ayudar a reducir el consumo de energía vinculado a mantener frescos a los alumnos.

11. Pensar en cambiar de proveedor de electricidad

Si bien la desregulación de proveedores de energía posiblemente haya elevado algunos costos para el consumidor, también ha abierto la posibilidad de buscar un nuevo proveedor para sus necesidades de energía. Tendrá la opción de elegir a su proveedor de energía. Después de años de que el servicio de electricidad fuera un servicio público, finalmente está privatizado. Esto permite la competencia y que los consumidores consigan mejores precios. Es posible que haya compañías de energía con precios más bajos cerca suyo.

A diferencia de los clientes individuales, las escuelas tienen un mayor espacio físico eléctrico, lo que implica que las compañías de energía comúnmente quieren tenerlas y mantenerlas para aumentar sus ganancias. Aproveche la desregulación en Texas y busque opciones de precios de muchos proveedores diferentes.

12. Asignar trabajos para el aula

Haga de la eficiencia energética un hábito al asignar trabajos a sus alumnos. Algunos ejemplos incluyen un electricista, que está a cargo de encender y apagar las luces, o TI, que puede ayudar con las computadoras y otros aparatos electrónicos del aula. Al asignar a los alumnos otras responsabilidades en el aula, pueden asumir el control de los ahorros de energía por sí mismos y trasladar esas prácticas al hogar.

13. Apagar las luces y todas las pantallas

Demasiadas escuelas dejan las luces encendidas después del horario escolar. Los docentes pueden dejar sus computadoras individuales, así como todas las computadoras de escritorio del laboratorio, en funcionamiento durante la noche y los fines de semana. Tomarse el tiempo para apagar estas computadoras todas las tardes (y especialmente los viernes y antes de los días festivos) puede ser un gran aporte para reducir su consumo de energía.

14. Cerrar los salones y espacios no utilizados

Si no dicta clases de gimnasia hoy y no habrá prácticas deportivas, ¿por qué paga por refrigerar e iluminar el gimnasio? Si bien puede no gustarle la sensación que brindan las puertas cerradas de un espacio, esto definitivamente puede mejorar mucho su eficiencia energética.

Cuanto más grande sea el espacio, más energía usa para iluminarlo y regular la temperatura en el salón. Cerrar las puertas de determinados salones y cerrar las ventilaciones del sistema de refrigeración también puede reducir la cantidad de recursos que gasta en procurar que un espacio no usado sea cómodo, a pesar de la falta de ocupantes.

Todos pueden ayudar a ahorrar energía en la escuela

Los alumnos, como también los docentes, el personal y los administradores pueden tomar pequeñas medidas que ayudarán a reducir el consumo de energía en la escuela. Los docentes deben asegurarse de que los alumnos comprendan la importancia de reducir el impacto de la escuela. Con un poco de educación sobre cómo reducir el consumo de electricidad en la escuela, muchos alumnos contribuirán con orgullo a los esfuerzos por crear una escuela un poco más ecológica.

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